Capítulo 07
La voz de Clarisa retumbó en la grabación, impregnada de burla y veneno.
—¿De verdad, señora, cree que obligando a Leandro a casarse con Vanesa él va a terminar enamorándose? Por favor… con que le diga un par de mentiras bien armadas, corre detrás de mí como un perrito.
-Él me cree todo. Siempre. Su corazón me pertenece, aunque lo tenga atado toda la vida. Y no es que lo ame… pero es útil. Mientras él me espera, yo disfruto con otros. ¿Para qué conformarse con uno solo?
Doña Eugenia apretó el teléfono, furiosa.
-¡Desgraciada! ¡Sinvergüenza! ¡Ojalá te parta un rayo!
3
Del otro lado se escuchó una risa seca, arrogante. Y luego, el audio se cortó.
Leandro se quedó helado.
Esa no era la Clarisa que él había creído conocer.
Esa no era la voz dulce, herida y víctima de siempre.
Su madre puso una mano en su hombro, bajando el tono pero sin suavizar la verdad.
-No sé qué te dio esa mujer… pero es manipuladora, Leandro. Es lista. Se muestra de una forma contigo, y de otra con todos los demás. Esa grabación… es ella sin máscaras.
-Vanesa, en cambio, nunca habló mal de ella. Aunque la conocía mejor que todos, aunque tú y ella la trataban como si fuera invisible… Vanesa jamás nos dijo una sola palabra fea. Aguantó todo. Y aún así, te defendía.
-Ella sí te quiso. De verdad. Y que no se hayan casado… fue lo mejor. Porque ahora, al menos, Vanesa tiene la oportunidad de rehacer su vida. Se va a estudiar al extranjero. Y nosotros deberíamos respetar esa decisión.
Copitulo 07
Con cada palabra, el rostro de Leandro perdía más color.
Pero fue al escuchar la última frase que algo dentro de él se rompió.
-¿Qué dijiste? ¿Se va… al extranjero?
-¿No lo sabías? Dijo que no quería amarrarte a un matrimonio sin amor,
todo. Pensé que tú…
-¡¿Qué dices?! ¡Tenemos el certificado de matrimonio!
+25 BONUS
así que canceló
Corrió hacia su chaqueta. Sacó el sobre donde guardaba el documento, y lo abrió con manos
temblorosas.
La mirada se clavó en el nombre de la esposa.
Clarisa Guzmán.
Su rostro se desfiguró por el shock.
-No… no puede ser… ¿cómo…?
a
Las lágrimas cayeron sin control, mojando el papel, borroneando el sello rojo.
El corazón… le dolía como si alguien le hubiese arrancado un pedazo con una cuchara.
Leandro tiró el certificado al cesto de basura con rabia.
Se levantó y entró corriendo a la habitación de Vanesa.
Se arrodilló junto a su cama. Le tomó la mano, temblando.
Las lágrimas seguían cayendo, como si nunca fueran a terminar.
-Todo este tiempo… fuiste tú. Solo tú.
-Yo era el ciego. El tonto. Me mentían en la cara… y la única que fue sincera conmigo desde el principio… eras tú.
2/4
Capitulo 07
+25 BONUS
—Vanesa, si me escuchas… perdóname. Perdóname por todo. Por no verte. Por no cuidarte.
Por haberte hecho sentir sola.
Bajó la cabeza, derrotado, tratando de controlar el llanto.
Pasaron varios minutos antes de que pudiera calmarse.
1
Con ternura, le acomodó las cobijas, como si ese gesto pudiera protegerla de todo.
Y en voz baja, prometió:
-Cuando despiertes… voy a decirte lo que nunca me atreví a decir. Voy a decirte que te amo.
Y esta vez… voy a quedarme.
a
***
Cuando salí del hospital, algo me arrastraba de vuelta a casa.
Una urgencia en el pecho, como si mi cuerpo supiera que el tiempo se acababa.
Apenas llegué a mi habitación, me desplomé en la cama. No recuerdo nada más.
Solo que cerré los ojos, y al volver a abrirlos… todo era diferente.
Me sostuve de la pared, sentí un martilleo en las sienes.
Y en mi cabeza, una avalancha de imágenes, como un río desbordado.
Recordé.
Recordé cómo, hace diez años, desperté después de estar inconsciente un día entero.
maba.
ndro había cambiado.
do a mi habitación, se arrodilló junto a la cama… y me dijo, por primera vez, que